martes, 10 de agosto de 2010

Musicoterapia


Musicoterapia, entre el arte y la salud.



Por Antonela Galiani


En muchas ocasiones, las personas no pueden verbalizar sus sensaciones, sentimientos o pensamientos, ya sea por que poseen problemas motrices como mentales, o por que se encuentran en estado neurótico. La música aparece, entonces, como un medio de comunicación muy poderoso.





Desde que los seres humanos nacen, su mundo auditivo se

desarrolla a través de sonidos, melodías y cantos, que continúan presentes, influyéndolos, durante toda su vida. La Musicoterapia es una disciplina que utiliza la música, los sonidos, y en ocasiones el cuerpo, para realizar un abordaje terapéutico. Éste, parte de una superposición entre lo científico y el arte, y se apoya en un marco teórico propio. “Los musicoterapeutas no utilizamos la Musicoterapia, ya que ésta no es un método ni una técnica, sino, una disciplina que tiene su campo de saber en el territorio de la expresión. No pensamos en aplicar, sino, en modos de pensar la clínica basados en la escucha y la subjetividad”, declaró Luciana Licastro, Coordinadora de Musicoterapia del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutierrez.

Esta disciplina, con sólo 45 años de antigüedad, se creó en sus comienzos para abordar patologías muy graves como el autismo, la psicosis infantil y las enfermedades neurológicas. A medida que pasaron los años, el campo de acción fue creciendo, multiplicándose. “Hoy, ese campo es muy diverso y los objetivos varían en relación a las diferentes especialidades: hay musicoterapeutas que trabajan con personas de tercera edad, neuróticos, embarazadas, niños con discapacidades cognitivas, parálisis cerebral. Pero, también, se trabaja, por ejemplo, con psicólogos o psiquiatras que eligen esta forma de terapia, ya que su amplio manejo de lo verbal dificulta un análisis con sus pares, o algunos musicoterapeutas recién recibidos que desean adquirir experiencia para empezar a trabajar. Las personas con angustias, depresiones y problemas afectivos, también buscan en la música una forma de aliviar su sufrimiento”, declaró Ricardo Rodríguez, Licenciado en Musicoterapia.

Los recursos musicales que se utilizan durante el tratamiento, se adecuan a las características y cualidades de cada paciente, es lo que se llama en Musicoterapia el seting: “Nosotros trabajamos con la singularidad, es decir, cada abordaje se va a pensar de acuerdo a cada paciente. Se busca un lugar activo y de interacción por parte de ellos. Es un trabajo procesal, de sesión a sesión, que permite ver de qué manera los pacientes van construyendo subjetividad y desplegando su espontaneidad”, explicó Licastro.

El musicoterapeuta debe poder lograr, de manera conjunta con el paciente, un análisis de las producciones sonoras grabadas durante cada sesión; éstas constituyen un material de análisis fundamental. “El particular uso de la música permite una comunicación inconsciente muy profunda en las personas. Con la palabra hay cuestiones que pueden censurarse, o simplemente se vuelve difícil ponerle un nombre a ese malestar. Buscamos que el paciente se comunique con ese conflicto desde un lugar más artístico. La traducción del problema, se encontrará en la capacidad del musicoterapeuta de poder leerlo y realizar, con el paciente, una cadena de asociaciones para destrabar ese conflicto. Así, esa estructura sonora termina dando cuenta de la estructura psíquica del paciente”, afirmó Rodríguez.

En ocasiones, la Musicoterapia trabaja de forma interdisciplinaria con otras áreas como la psicopedagogía y psiquiatría. “Muchos niños son derivados por otros especialistas trayendo un diagnóstico de base. Sin embargo, es muy rico ver el efecto de esa patología no solo en el nene, también, en su entorno familiar”, explicó Rodríguez.

“La música es una herramienta muy poderosa que ha logrado resultados positivos muy notables. Ahora bien, ésta no es necesariamente buena o mala, lo que sí ayuda es el vínculo y el uso dosificado e inteligente de lo sonoro al servicio de la comunicación y de la elaboración de un conflicto”, manifestó Rodríguez.

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