Historia del jean
La prenda de todos los tiempos
Desde su invención aproximadamente en 1850, la tela trasgredió las diferentes épocas y se convirtió en una de las más usadas por personas de distintas clases sociales.
Bordados, pintados, nevados, rotos, con cadenas y tachas. Eran mediados del siglo XIX cuando un ingenioso comerciante nacido en Baviera descubrió una de las prendas más importantes de todos lo tiempos: el jean. Se llamaba Levi Strauss y durante esa época comercializaba lona para tiendas de campaña y carretas.
Todo comenzó el día en que un buscador de oro le comentó que los pantalones de los trabajadores en las minas se rompían continuamente y que necesitaban una prenda que resistiese a la intemperie, que fuese cómoda y que, además, tuviese bolsillos fuertes para guardar en ellos las muestras de rocas encontradas. El joven inmediatamente mandó a confeccionar un pantalón. Poco tiempo después suplantó la lona por una tela de algodón resistente fabricada en Francia y conocida como Sarga de Nimes, pero que luego pasó a llamarse Denim. Así, el jean se convirtió en una prenda útil para la industria minera, era de color marrón, rematado con refuerzo de cobre y sin bolsillos traseros.
Para 1873 los pantalones de Denim ya eran azules, pero en lugar de presillas para cinturón tenían botones para los tiradores. Recién un siglo después, se los va reconocer oficialmente con el nombre de jean.
Hasta mediados del siglo XX, solo los vestían las personas pertenecientes a la elite, en especial, aquellos hijos de estancieros. Pero durante el transcurso de los años ’50 la prenda comenzó a ser adoptada por los jóvenes como una moda. Desde que James Dean en Rebelde sin causa y Marlon Brandon en Salvaje usaron pantalones ajustados, ponerse uno era una forma de protesta contra el conformismo, una manera de demostrar independencia y libertad.
Durante los años 60 el jean fue ganando aceptación y se convirtió en el uniforme de los hippies. Para los 70, ya era una prenda de uso corriente y podía encontrarse con cintura alta, anchos en la parte de abajo (bota campana), y generalmente bordados con motivos y flores. También durante esa época, Levi Strauss estrenó la clásica etiqueta roja que hoy lo destaca entre otros y llegó al país la primera marca nacional y popular: los Far West. Otros fabricantes clásicos han sido Lee y Wrangler.
En los años 80 el jean volvió a transformarse: eran muy ajustados en las piernas y tobillos, y se conocían como pantalones bombilla. El siglo XXI llegó con el último cambio notable: la cintura baja que permite ver la panza de las mujeres.
De los trabajos forzados en las minas hasta el glamour de las pasarelas. El jean es una prenda que nunca pasará de moda y que además es muy fácil de combinar. Existen todo tipo de indumentaria hechas con Denim: camperas, jumpers, polleras,
trajes, camisas.
Sin embargo, el jean ha tenido y tiene aún un papel más importante en la historia que “estar de moda”. Es una prenda que contribuye a la igualdad: desde la persona más humilde hasta el más rico y famosos de los personajes ha tenido uno.
El 26 de febrero es el día universal de una prenda que logró conectar a muchas generaciones y subculturas, y que fue accesible para casi todas las personas.
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